Según UNRWA, al menos 300 desplazados palestinos cayeron mártires, incluso, en lugares donde habían buscado refugio.
Además de campos de refugiados, los desplazados palestinos, viven en casas de sus familiares, escuelas e instalaciones de UNRWA.
El Ministerio de Salud de Gaza y las instituciones internacionales han advertido sobre la hambruna y la propagación de enfermedades infecciosas debido a la falta de alimentos, agua potable y sistemas de alcantarillado y medicamentos.