Amir Saeed Iravani, embajador y representante permanente de Irán en las Naciones Unidas, en una sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas el viernes, al explicar la postura de la República Islámica de Irán antes de la aprobación del borrador de resolución sobre la lucha contra la islamofobia, declaró que “es necesario condenar enérgicamente los actos violentos contra los símbolos religiosos y los libros sagrados de los musulmanes en esta reunión. La profanación de los libros sagrados, reconocida anteriormente por la Asamblea General como una violación de las leyes internacionales, es profundamente ofensiva y despectiva”.
“Seguimos pidiendo a todos los países miembros que asuman sus responsabilidades y cumplan con sus compromisos legales para promover los valores comunes de coexistencia pacífica, amabilidad y comprensión mutua”, señaló el funcionario iraní para luego agregar que “vamos a trabajar por la justicia y la dignidad para nuestros hermanos y hermanas musulmanes y para toda la humanidad”.