“A pesar de la abrumadora evidencia de que estas herramientas y métodos han resultado en daños desproporcionados a los civiles y a la infraestructura civil, el ejército del régimen de Israel continúa usando armas con amplios efectos regionales en estas áreas densamente pobladas, demostrando un completo desprecio por las vidas de los civiles palestinos”, anunció la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
“Este último ataque ocurrió en la misma parte de la ‘zona humanitaria’, donde al menos 71 personas murieron en circunstancias similares el 13 de julio. Esto ocurre a pesar de que el ejército del régimen de Israel sigue ordenando a los civiles palestinos que evacuen allí”, añadió.
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