Los puntos más importantes del discurso de Iravani en la reunión del Consejo de Seguridad el lunes por la tarde, hora local, sobre la agresión del régimen sionista contra Irán, son los siguientes:
- Al cometer un acto deliberado de agresión contra la soberanía y la integridad territorial de Irán, el régimen criminal de Israel ha violado claramente el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
- La agresión del régimen de Israel contra Irán es evidente y no se produce de manera aislada. Este ataque agresivo forma parte de un patrón más amplio y sostenido de agresión e impunidad desenfrenada con la que el régimen de Israel continúa desestabilizando a toda la región, sobre todo mediante su constante agresión, limpieza étnica y crímenes de guerra contra los pueblos palestino y libanés.
- Condenamos la agresión del régimen de Israel en los términos más enérgicos posibles.
- Lamentablemente, el apoyo inquebrantable e incondicional brindado por Estados Unidos al régimen de Israel, junto con su obstrucción del mandato del Consejo de Seguridad, como miembro permanente, ha envalentonado al régimen de Israel para persistir en sus crímenes y agresiones en Gaza y el Líbano, y ahora contra Irán, lo que socava gravemente la paz y la seguridad regionales.
- Las violaciones sistemáticas y persistentes del derecho internacional por parte del régimen de Israel (su agresión contra Irán y sus crímenes constantes en Palestina y el Líbano, así como en Siria y el Yemen) plantean amenazas directas a la paz y la seguridad internacionales y exigen una condena inequívoca y una acción decisiva de este Consejo.
- A pesar de las flagrantes violaciones del régimen de Israel, hoy somos testigos de nuevo de la flagrante doble moral que exhiben ciertos miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos Estados Unidos. Estos Estados no han condenado las acciones ilegales del régimen de Israel, que violan directamente la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional. En cambio, justifican las violaciones y atrocidades del régimen de Israel, llamándolas “defensa propia”, ya sea que estos actos ocurran contra Irán o contra el pueblo de Palestina y el Líbano, que sufren la violencia y la opresión sistemáticas del régimen de Israel.
- Sus dobles raseros son evidentes para la comunidad internacional.
- Instamos al Consejo a que condene inequívocamente las acciones del régimen de Israel y lo haga rendir cuentas por sus violaciones sistemáticas y recurrentes del derecho internacional, así como por lo que realmente es: una campaña calculada y sostenida de agresión y crímenes atroces que no sólo desestabilizan la región, sino que también amenazan gravemente la seguridad mundial.
- Expresamos nuestra gratitud a los países amantes de la paz, tanto de la región como de otros lugares, que han condenado la agresión de Israel, comprendiendo la gravedad de estas acciones y las amenazas que plantean para todos.
- La responsabilidad de esta peligrosa escalada recae directamente sobre el régimen israelí y, fundamentalmente, sobre quienes la permiten, y en primer lugar sobre Estados Unidos, que sigue siendo el principal e inquebrantable partidario del régimen de Israel en la comisión de estas graves atrocidades y que también paraliza a este augusto organismo para que no pueda cumplir con sus principales responsabilidades.
- La participación de Estados Unidos en la agresión israelí, mediante su suministro de conocimientos técnicos y sistemas militares avanzados al régimen de Israel, ha instigado y envalentonado aún más al régimen de Israel para que lleve a cabo sus agresivos ataques contra Irán. Por lo tanto, el gobierno estadounidense es "cómplice" de la agresión israelí y asumirá sus consecuencias.
- Como Estado soberano, la República Islámica de Irán se reserva el derecho inherente de responder en el momento que elija a este acto de agresión, un derecho claramente afirmado en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Nuestra respuesta será legal y plenamente compatible con el derecho internacional.
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