El periódico israelí de Maariv, citando a Yair Golan, líder del Partido Laborista del régimen sionista, escribió que el 7 de octubre (operación Tormenta de Al-Aqsa) es la mayor y más peligrosa derrota militar del régimen sionista.
Yair Golan insistió que el jefe del estado mayor, que dirigió al ejército ese día, debe rendir cuentas, personalmente.
El político sionista afirmó: "Israel se encuentra en un estado de locura, y en el centro de esta locura hay un gabinete y un primer ministro corrupto".
Anteriormente, el presidente del régimen sionista, Isaac Herzog, en una reunión con varios colonos sionistas de los asentamientos cercanos a la Franja de Gaza, que se vieron obligados a huir de la zona, describió la operación Tormenta de Al-Aqsa como un desastre atroz y un fracaso para este régimen.
Herzog destacó la necesidad de formar un comité de investigación oficial sobre este incidente.
Sin embargo, el premier israelí, Benjamín Netanyahu, se ha opuesto a la creación de dicho comité.
Herzog añadió: "Sin la liberación inmediata de los prisioneros (sionistas), no podremos recuperarnos".