Viena, IRNA- Cuando a pesar de los avances que se han producido las negociaciones de Viena prosiguen con lentitud debido a la parsimonia e inútiles comportamientos de los firmantes occidentales, el encuentro entre los presidentes de Irán y Rusia ha transmitido un importante y estratégico mensaje a los demás participantes en las conversaciones.

En el encuentro entre Seyyed Ebrahim Raisi y Vladimir Putin celebrado ayer en Moscú, tras examinar detalladamente el proceso de las negociaciones nucleares en Viena, el mandatario ruso elogió la lógica posición de la República Islámica al respecto.  

La reunión se celebró coincidiendo con la octava ronda de las negociaciones dirigidas al levantamiento de las injustas sanciones contra Irán, las cuales han estado sujetas a decisiones políticas por parte de los países occidentales.

Gracias a las diversas iniciativas propuestas por Teherán, los asuntos en discordia se han reducido sustancialmente y las posibilidades de alcanzar un acuerdo dependerá ahora de la voluntad de Occidente y de las decisiones que adopte Washington sobre las cuestiones pendientes y la eliminación de las sanciones.

Sin embargo, siguiendo con sus políticas no constructivas, los occidentales utilizan tácticas de desgaste psicológico y pretenden presentar a Irán como responsable del curso o cese de las negociaciones.

De hecho, al fijar “fechas límites”, los occidentales mantienen la táctica de "manos en las bocinas y pies en los frenos", afirmando que Irán debería apresurarse en las negociaciones o reducir el progreso de su programa nuclear.

El presidente Seyyed Ebrahim Raisi, encabezando una amplia delegación político-económica, llegó ayer Moscú con el objetivo de ampliar las interacciones políticas, económicas y culturales con Rusia.

Tras una reunión de tres horas de duración, los presidentes Raisi y Putin asignaron a sus respectivos titulares de Exteriores la elaboración de una hoja de ruta destinada a fortalecer la mutua cooperación durante las dos próximas décadas.

Una decisión que tuvo de inmediato una gran repercusión en los medios mundiales y de la que también se hicieron eco los periodistas desplegados frente al Hotel Coburg de Viena.

Irán, al igual que cualquier otro país, tratará de fortalecer sus relaciones con aquellos estados que interactúan con el lenguaje del respeto y respetan su soberanía nacional.

Para atravesar el difícil cuello de botella de la toma de decisiones políticas, los occidentales deberían dejar de lado rápidamente las percepciones erróneas, los sesgos interesados y los prejuicios contrarios a las negociaciones profesionales tomando medidas que fomenten la confianza.

El presidente Seyyed Ebrahim Raisi subrayó el miércoles que Irán no pone límites al desarrollo de sus relaciones con Rusia, añadiendo que Teherán aboga por establecer unas firmes relaciones estratégicas con la capital moscovita.

Asimismo, resaltó: “Deseamos incrementar el volumen de nuestras relaciones comerciales con Rusia y haremos todos los esfuerzos posibles para conseguirlo”.

Por otro lado, el jefe del ejecutivo persa insistió que las amenazas que pretenden imponer nuevas sanciones no impedirán el progreso de Irán, concluyendo: “Llevamos más de cuarenta años haciendo frente a Occidente, por lo que no condicionaremos el progreso del país (Irán) por las sanciones”.

Desde el Inicio de las negociaciones, el equipo negociador de nuestro país ha declarado que la República Islámica no aceptará otra cosa que el JCPOA y hasta el momento no ha pedido nada más.

El pasado 27 de diciembre de 2021 se reiniciaron las negociaciones dirigidas a lograr la eliminación de las injustas sanciones impuestas a Irán, unas conversaciones que según las propias delegaciones participantes avanzan positivamente.

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