“El gobierno de EEUU, con una historia llena de guerras, golpes de estado, agresiones, asesinatos, secuestros, asedios económicos y asesinatos de personas inocentes en todo el mundo, ha sido el principal violador de los derechos humanos y, por lo tanto, no está calificado de ninguna manera para hablar de conceptos tan sublimes como los derechos humanos”, insistió el jueves Saeid Jatibzade, señalando que el país norteamericano derrama lágrimas de cocodrilo por la nación iraní, mientras que sus crímenes contra el Irán vivirán para siempre en la mente del pueblo persa.
El portavoz iraní manifestó que las medidas coercitivas unilaterales de EEUU, incluidas las sanciones económicas ilegales impuestas por ese país, que son un claro ejemplo de terrorismo económico contra el pueblo iraní, han provocado graves violaciones de los derechos del pueblo iraní”.
Jatibzade señaló que las afirmaciones de la administración estadounidense eran hipócritas y dirigidas a lograr los objetivos políticos ilegítimos del país, enfatizando: “La orden directa del entonces presidente de EEUU por el cobarde asesinato del teniente general Qassem Soleimani, quien fue el héroe en la lucha contra el terrorismo en la región de Asia occidental, ha puesto de manifiesto la naturaleza terrorista de EEUU”.
De igual modo, añadió que el gobierno de EEUU siempre ha cerrado sus ojos ante las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos dentro de su propio país y por parte de sus aliados, recordando que todos han visto una y otra vez varios casos de discriminación racial contra las minorías y los afroamericanos en los Estados Unidos de forma sistémica y generalizada, lo que a su vez ha dado lugar a protestas generalizadas de los negros y el público en el país.
El portavoz persa destacó que la República Islámica de Irán siempre se ha movido en la dirección de realizar los derechos de la gran nación persa, concluyendo que tales declaraciones e informes sin fundamento e hipócritas no debilitarán la determinación del gobierno y la nación iraníes para construir un Irán digno sobre la base de sus propios valores y principios religiosos.