En mayo de 2018, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA). Después de esta decisión de Washington se impuso una fuerte oleada de sanciones a la economía iraní con el objetivo de desmantelarla. El número y la severidad de las sanciones fue tal que podría considerarse el régimen de sanciones más severo de la historia.
Cuando Joe Biden asumió el cargo de presidente de Estados Unidos, se rumoreó que Estados Unidos volvería al acuerdo nuclear y lo restauraría. Sin embargo, los funcionarios del gobierno de EEUU han declarado que su objetivo del nuevo acuerdo es llegar a un acuerdo más fuerte y duradero.
Poco después de la llegada al poder del gobierno de Biden, en abril de 2021, comenzaron las negociaciones entre Irán y el Grupo 4+1 para restablecer el acuerdo nuclear.
Al final de la sexta ronda de negociaciones, las dos partes llegaron a un borrador de acuerdo, que resultó en un texto más débil que el acuerdo nuclear de 2015; Las negociaciones para levantar las sanciones comenzaron en diciembre de 2021, con la llegada del 13º gobierno iraní. Las negociaciones han estado llegando a su fin desde hace algún tiempo y los países están esperando una decisión política de EEUU.
¿Cualquier acuerdo es mejor que ningún acuerdo?
Sin embargo, la debilidad de la administración Biden y su incapacidad para acompañar las corrientes opositoras a negociación y acuerdo con Irán ha dificultado el proceso de llegar a la línea final por la incapacidad de Estados Unidos para tomar decisiones.
Por lo tanto, algunas corrientes e individuos, como International Crisis Group, han aconsejado a Irán que acepte un acuerdo más débil que el JCPOA, y creen que en la situación actual, ¡aceptar un acuerdo, aunque más débil que el JCPOA, traerá consecuencias positivas para Irán! En relación con esta afirmación, es necesario señalar los siguientes puntos:
1. Con la llegada del 11º gobierno iraní y el tema del levantamiento de sanciones por parte del Gobierno de la Esperanza y la Prudencia, continuaron las negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 con el objetivo de resolver el tema nuclear y levantar las sanciones. Sin embargo, la principal diferencia entre las negociaciones en este período y el anterior es que en la estrategia del gobierno anterior, cualquier acuerdo es mejor que ningún acuerdo. Este enfoque, propuesto repetidamente por el entonces Secretario de Estado, contradecía el punto de vista de los estadounidenses. Los diplomáticos estadounidenses creían que “más vale estar en desacuerdo que un mal acuerdo”.
2. Casi dos años después de la llegada del 11º gobierno iraní, se concluyó el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) entre Irán y el Grupo 5+1. Con la creación de este acuerdo y la revelación de sus debilidades personales, quedó claro cuán dañino y perjudicial era el entonces enfoque del aparato diplomático de preferir cualquier tipo de acuerdo.
3. Después de que se alcanzó el acuerdo sobre el pacto nuclear, comenzaron a escucharse rumores de violación de Occidente; Como lo mencionaron muchas veces los funcionarios del gobierno anterior. Por ejemplo, el entonces jefe del Banco Central de Irán (CBI), Valiollah Seif, en un discurso ante el Consejo Estratégico de Relaciones Exteriores de EEUU, describió el resultado del acuerdo como “casi cero”.
4. Tan pronto como la administración Trump llegó al poder en 2016, se escucharon rumores de la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear. En mayo de 2018 Estados Unidos se retiró del acuerdo e impuso una ola de sanciones denominada máxima presión sobre la economía de Irán. Desde el momento de la violación del JCPOA por parte de la administración Obama hasta la imposición de las nuevas sanciones, la pregunta siempre ha sido ¿por qué Irán no puede reclamar sus derechos y perseguir la violación del JCPOA?
La raíz de esto debe encontrarse en el texto del acuerdo nuclear. De acuerdo con los artículos 36 y 37 del JCPOA, si una de las partes alega que la otra parte ha cometido una violación fundamental del JCPOA, deberá notificarlo a la Comisión Conjunta. Si la Comisión Conjunta no resuelve el problema, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) debe emitir una resolución dentro de los 60 días para continuar levantando las sanciones, después de lo cual todos los miembros del Consejo de Seguridad deben votar a favor de levantar las sanciones contra Irán.
Si alguno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas veta la resolución, se restablecerán las disposiciones de todas las resoluciones anteriores del Consejo de Seguridad contra la República Islámica de Irán y se renovarán todas las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
5. Como resultado de la existencia de un mecanismo de resolución de disputas llamado mecanismo o sistema Snapback (o reimposición de sanciones), después de la violación de JCPOA durante la administración Obama y la retirada de Estados Unidos de JCPOA bajo la administración Trump, Irán nunca persiguió una violación fundamental de este acuerdo. La adopción de un mecanismo de resolución de disputas de este tipo, que iba en contra del interés nacional e impedía a Irán ejercer y hacer valer sus derechos, fue el resultado de la estrategia de que cualquier acuerdo es mejor que ningún acuerdo.
6. Ahora que el nivel de confrontación entre la República Islámica de Irán y Estados Unidos no se limita al tema nuclear y el gobierno de Biden sigue el mismo camino de máxima presión, aceptar un acuerdo más débil que el JCPOA e ignorar el tema de beneficios económicos de un posible acuerdo, en la práctica, allanaría el camino para sanciones más duras en el futuro y crearía una conmoción mucho mayor que la retirada de Trump del acuerdo nuclear.
7. Ya las sanciones se están alejando de su punto óptimo, y dado que Estados Unidos está buscando actualizar y reorganizar las sanciones, la única herramienta estratégica para ejercer el poder contra Irán, aceptar un acuerdo débil que no beneficiaría económicamente a Irán del levantamiento de las sanciones, en la práctica allanaría el camino para una mayor presión del gobierno de EEUU, y es un error estratégico.
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