“Como resultado de las acciones oportunas tomadas por los servicios militares y especiales con el uso de sistemas de guerra por radar, los vehículos quedaron fuera de servicio”, detalla el comunicado, añadiendo que dos aviones aéreos no tripulados apuntaban al Kremlin.
A este respecto, el Kremlin recalcó que Moscú tacha el ataque de “una acción terrorista planeada y un atentado contra el presidente de la Federación de Rusia, llevado a cabo en vísperas del Día de la Victoria, el desfile del 9 de mayo, en el que también está prevista la presencia de invitados extranjeros”.
Así mismo, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, puntualizó que, en el momento del intento de ataque, el mandatario ruso no se encontraba en el Kremlin y que estaba en su residencia de Novo-Ogariovo, en las afueras de Moscú.
También añadió que no hubo víctimas ni daños materiales después de la caída y dispersión de fragmentos de drones en el espacio del palacio Kremlin.
Respecto al intento “terrorista” por parte de Ucrania, el servicio de prensa del mandatario ruso afirmó que Rusia se reserva el derecho a responder al intento de atentado de Kiev contra el Kremlin cuando y donde lo considere oportuno.
Horas antes, los agentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso) impidieron las actividades de una red de agentes de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, que planeaba una serie de actos de sabotaje y terrorismo en el territorio de la República de Crimea.