En una conversación vía telefónica, los presidentes de Irán y Francia, además de evaluar las relaciones bilaterales, discutieron los asuntos regionales y abordaron temas relacionado con el levantamiento de sanciones contra Teherán.
El presidente de la República Islámica de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, han mantenido este sábado una conversación vía telefónica de 90 minutos, en la cual, intercambian puntos de vista sobre formas de mejorar las relaciones y acordaron una hoja de ruta para una mayor colaboración.
“Las dos partes discutieron cómo promover las relaciones, especialmente sobre las negociaciones [de eliminación de sanciones] en curso y los acontecimientos regionales. También, acordaron una hoja de ruta para la colaboración”, ha tuiteado Mohamad Yamshidi, subjefe de gabinete para asuntos políticos de la Presidencia de Irán.
El jefe del Ejecutivo persa también al informarle a su par francés sobre la situación más reciente de las negociaciones de levantamiento de sanciones, señaló a la cooperación mutua entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica y las reiteradas confirmaciones por parte de este organismo, sobre el apego de Teherán a sus obligaciones legales y enfatizó en evitar cualquier tipo de acciones no constructivas por parte de los países Occidentales.
El tema de la guerra en Ucrania también formó parte de las conversaciones entre los dos presidentes, el presidente Raisi, manifestó la firme política de oposición a la guerra de la República Islámica y puso de relieve que la diplomacia es la mejor solución para el conflicto en Ucrania.
Por su parte, el presidente francés, hizo hincapié en la continuación de las negociaciones para el levantamiento de las sanciones contra Irán, y consideró a la República Islámica como parte de la solución a la crisis de Ucrania y exigió que Irán desempeñe un mayor papel a este respecto.
Irán ha mostrado al mundo la naturaleza pacífica de su programa nuclear al firmar un acuerdo nuclear histórico, conocido formalmente como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), rubricado en 2015 entre Teherán y el G5+1, integrado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.
Sin embargo, la retirada unilateral de Estados Unidos en mayo de 2018 y su posterior reimposición de sanciones contra Teherán dejaron el futuro del tratado en el limbo. Las negociaciones comenzaron en la capital de Austria, Viena, en abril de 2021, con el objetivo de eliminar las sanciones contra Irán y examinar la seriedad de Washington al reincorporarse al convenio.
Las negociaciones nucleares, sin embargo, fueron estancadas desde agosto de 2022 debido a la insistencia de Washington en no eliminar todas las sanciones y no ofrecer las garantías necesarias de que no abandonará el acuerdo nuevamente.