Esta ataque se llevó a cabo después de que el ejército terrorista estadounidense atacara las bases de las Fuerzas de Movilización Popular (Hashad al-Shabi) en la región de Jurf al-Nasr en la provincia de Babil y la ciudad de Qaim en la frontera entre Irak y Siria, lo que provocó la muerte de al menos dos miembros de las Fuerzas de Movilización Popular.
Horas antes, el gobierno iraquí emitió un comunicado en el que condenó el ataque del ejército terrorista estadounidense a las bases de la Organización de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak y anunció que presentará una denuncia contra Washington a nivel internacional para proteger la soberanía de Irak.
Anteriormente, el asesor de seguridad nacional de Irak, Qasem al-Araji, condenó el ataque del ejército estadounidense a las bases del Movimiento Popular para la Liberación de Irak (Hashad al-Shaabi), calificándolo como una violación flagrante de la soberanía de su país.
El gobierno iraquí también anunció la formación de un comité encabezado por su asesor de seguridad nacional para recopilar pruebas y documentos con el fin de apoyar la posición de Irak a nivel internacional en relación con su denuncia contra Washington.