Esmail Baqaí, portavoz de la Cancillería de Irán, al reaccionar ante la resolución planteada sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán en la Asamblea General de las Naciones Unidas, consideró que la presentación de esta resolución por parte de Canadá, con el apoyo de algunos países occidentales y la reiteración de acusaciones infundadas basadas en datos incorrectos, carece de legitimidad legal y es fundamentalmente inaceptable.
Baqaí también enfatizó el compromiso de Irán con la preservación y el respeto de los derechos humanos como una necesidad legal y una obligación moral y religiosa según la Constitución y las leyes vigentes, así como de acuerdo con los principios del Islam, y subrayó que Irán no escatima esfuerzos en este ámbito.
El político subrayó el hecho de que, la mayoría de los países miembros de las Naciones Unidas han expresado su insatisfacción con el uso indebido de la Asamblea General y el uso instrumental de los derechos humanos mediante votos negativos, abstenciones o ausencias.
“Este tipo de movimientos injustificados por parte de algunos actores que tienen un largo historial de violaciones flagrantes de los derechos humanos, incluyendo el apoyo militar y político a la ocupación y genocidio en Palestina, no solo no contribuyen a mejorar la situación de los derechos humanos y su respeto a nivel mundial, sino que simplemente disminuyen el concepto elevado de los derechos humanos y lo reducen a una herramienta de presión política contra las naciones”, agregó.
También consideró esta medida como una vergüenza y pidió a los funcionarios canadienses que, en lugar de acusar a otros, se enfoquen en corregir sus propias acciones dentro y fuera del país y detengan la política sistemática de eliminación colonial de las poblaciones indígenas.