1 nov 2017, 13:15
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El enviado iraní ante la ONU advierte sobre el alarmante nivel de violaciones contra los niños

Teherán, 1 de noviembre de 2017, IRNA - El enviado de Irán ante las Naciones Unidas expresó el martes su preocupación por el alarmante nivel de violaciones contra los niños durante 2016, denunciando que han sido víctimas de diversas formas de violencia por parte de los grupos terroristas.

El embajador y representante permanente ante la ONU, Gholamali Joshroo, elogió también la decisión de la ONU de añadir el nombre de la coalición liderada por Arabia Saudí en la lista de perpetradores responsables de crímenes contra los niños.

“Este año hemos comprobado que el nombre de la Coalición liderada por Arabia Saudí figura en la lista”, señaló Joshroo durante el Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre Niños y Conflictos Armados celebrado el 31 de octubre.

Añadió asimismo que deben impulsarse los esfuerzos internacionales para hacer que sus autores rindan cuentas por los crímenes contra los niños, destacando que la impunidad debe terminar para prevenir nuevos ciclos de violencia contra nuestros niños.

El texto completo de la declaración de Joshroo es el siguiente:

“En el Nombre de Dios, el más Compasivo el Más Misericordioso.

Señor presidente:

Me gustaría empezar dando las gracias a la Presidencia francesa por organizar este debate abierto. También me gustaría dar las gracias al secretario general por presentar su informe anual sobre “Los niños y los conflictos armados” que figura en el S/2017/821, así como a los ponentes por su valiosa contribución en este debate.

Según el informe de la Secretaría General, 2016 fue otro año horrible para los niños, lo cuales siguen soportando el peso de los conflictos armados.

Al menos 4.000 violaciones fueron verificadas llevadas a cabo por parte de fuerzas gubernamentales y más de 11.500 violaciones verificadas fueron perpetradas por la gama de grupos armados no estatales durante ese período, incluidos actos de violencia contra los niños, ataques indiscriminados contra la población civil, asaltos contra escuelas e instalaciones médicas o la detención de un gran número de niños.

Señor presidente:

La magnitud y gravedad de las violaciones cometidas contra los niños en 2016 alcanzaron niveles alarmantes, e incluyeron asesinatos y mutilaciones de niños, negación al acceso a la ayuda humanitaria y diversas formas de violencia contra los niños. Deberían fortalecerse los esfuerzos internacionales para responsabilizar a los autores de los crímenes contra los niños en situaciones de conflicto armado, y debe terminar la impunidad para prevenir nuevos ciclos de violencia contra nuestros niños.

Garantizar el pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario, la legislación de derechos humanos y el derecho de los refugiados por todas las partes debe ser la piedra angular de nuestros esfuerzos en materia de prevención.

La derrota del Daesh y Al-Qaeda y sus afiliados en Siria e Iraq ha sido un acontecimiento positivo en este sentido, pero nunca debemos olvidar las tácticas inhumanas llevadas a cabo por esos grupos extremistas violentos, utilizados para infligir terror y con el propósito de lavar el cerebro, el cobro de rescates, represalias o explotación sexual. También debemos recordar que otros grupos terroristas, como Boko Haram o Al Shabab asolan otras partes del mundo y aterrorizan a los niños. Del mismo modo, los hijos de grupos minoritarios religiosos y étnicos, como lo que presenciamos en Myanmar, siguen siendo un motivo de gran preocupación. El último informe de la Secretaría General enumera las situaciones más peligrosas a las que son expuestos los niños.

El informe de 2016 sobre esa cuestión y otras agencias de la ONU han documentado que el número de niños palestinos bajo detención militar alcanzó el mayor nivel desde 2010, con 444 niños (incluidas 15 niñas). El uso de munición real es habitual en a fuerzas israelíes las cuales han aseinado a 30 niños palestinos este año. El 20 de septiembre, el mundo pudo comprobar como las fuerzas israelíes seguían disparando contro un chico de 16 años en Bani Naim después de ser abatido al suelo tras haberle disparado en las piernas. Es solo un ejemplo de las miles de atrocidades que comete cada día el régimen israelí contra los civiles palestinos, incluidos niños, los cuales resisten frente a la ocupación ilegal y las políticas de apartheid de ese régimen. Actualmente, solo en Palestina, la resistencia contra las fuerzas de ocupación es denominada terrorismo.

El mundo no puede olvidar a los 540 niños palestinos que fueron asesinados y los 2.955 que resultaron heridos, de los cuales se estima que 1000 quedarán permanentemente discapacitados como resultado de la última invasión israelí contra Gaza en 2014. El número de escuelas, guarderías y los hospitales dañados o completamente destruidos por parte de las fuerzas israelíes durante ese mismo período registran las cifras más elevadas entre todas las situaciones de 2014. La denegación israelí al acceso a la ayuda humanitaria a todo el pueblo palestino ocupado pone en peligro la supervivencia y el bienestar de los niños palestinos, lo cual añade otro récord del régimen israelí, el cual ignora el derecho internacional humanitario sin rendir cuentas por sus graves violaciones contra los niños.

En Cisjordania, las Naciones Unidas han documentado 74 incidentes de ataques contra escuelas o personas protegidas en el contexto de las operaciones de las fuerzas de seguridad israelíes, enfrentamientos en el interior o alrededor de escuelas, o el cierre de colegios como resultado de esos ataques, con más de 8.000 estudiantes afectados, particularmente en Belén, Hebrón, Nablus y Ramallah. Los incidentes causaron daños en 3 escuelas, lesiones y asaltos físicos de estudiantes: 68 incidentes se atribuyeron a las fuerzas de seguridad israelíes y 6 a colonos israelíes.

Según el informe de la Secretaría General, el asesinato y mutilación de niños siguió siendo la violación más frecuente en Yemen, con 1.340 víctimas infantiles, 502 niños muertos y 838 heridos, de los cuales 683 o más del 50% fueron atribuidos a la coalición liderada por Arabia Saudí y el resto a todos los demás, incluidos el ISIS o AQAP.

Yemen entró en su tercer año de guerra con un coste devastador para los civiles y las infraestructuras. La comunidad internacional ha sido testigo de la devastación en la que vive actualmente el pueblo yemení: alrededor de 15 millones de personas carecen de acceso a agua potable, saneamiento e higiene, o servicios de salud; y alrededor de 7 millones de personas se enfrentan a la amenaza del hambre. Y peor aún, todo ello se ha visto agravado por el mayor brote anual de cólera jamás registrado. Más de 800.000 casos sospechosos de cólera en el 90% de las comunidades del Yemen, un país en el que solo funciona el 45% de los centros médicos. La guerra en Yemen es una crisis provocada por el hombre, que genera un sufrimiento intolerable para el pueblo yemení. Y la mayor parte de la responsabilidad de esa devastadora situación recae sobre la coalición liderada por Arabia Saudí que busca solucionar militarmente esa crisis.

Ante la muerte de niños y la destrucción de sus hogares, escuelas y hospitales, resulta imperativo que se ejerzan presiones políticas para cambiar el curso de los acontecimientos, es decir, nombrar y avergonzar a los asesinos. Israel nunca fue incluido en la lista negra a pesar de atacar flagrantemente a los niños palestinos en Gaza y otros territorios ocupados. El año pasado, la coalición liderada por Arabia Saudí fue incluida en la lista negra, según las investigaciones de la ONU que indican que fue directamente responsable del 60% de las víctimas infantiles, incluida la muerte de 785 niños víctimas de los bombardeos contra escuelas y hospitales. Pero sorprendentemente, su nombre fue finalmente eliminado de la lista, nuevamente debido a las fuertes presiones y los lobbies. Este año hemos comprobado que el nombre de la Coalición liderada por Arabia Saudí figura en la lista, aunque como un “asesina de niños que mejora”.

Mientras que el mundo parece no responder y se muestra indiferente ante la masacre y el sufrimiento de los niños, un hecho aún más oscuro es que incluso si esta lucha se detuviera hoy, el crecimiento subdesarrollado y el desarrollo cognitivo atrasado se quedarían para toda una generación.

Nos gustaría aprovechar esta oportunidad para pedir cuentas por los crímenes de guerra y las violaciones contra nuestros niños cometidos por cualquier persona, en todas partes. Ser político y selectivo en este caso equivale a traicionar a las personas más vulnerables del planeta, los niños, a quienes este proceso está diseñado para proteger. También desacredita los informes de las Naciones Unidas y daña gravemente la universalidad de la aplicación del Derecho Internacional Humanitario.

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