En una declaración emitida el miércoles ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Ershadi insistió: "Reiteramos nuestra antigua posición de enérgica condena al uso de armas químicas por cualquiera, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia".
La alta diplomática de la República Islámica de Irán añadió: "La única garantía absoluta de que no se volverán a utilizar armas químicas es su destrucción total en todo el mundo y la adopción de todas las medidas necesarias para garantizar que no se volverán a producir ni a utilizar en el futuro", señalando: "De hecho, ese es el principal objetivo de la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas, que solo podrá lograrse mediante su plena, equitativa, efectiva y no discriminatoria implementación a nivel universal".
"Resulta muy preocupante que, ante el incumplimiento de Estados Unidos, único miembro firmante de la Convención que aún dispone armas químicas y que ha violado sus compromisos respecto al plazo para la destrucción de esas armas, este objetivo aún no se haya logrado", criticó Ershadi, recordando: "Y otro obstáculo es la no universalidad de la convención. Para lograr este noble objetivo, el régimen israelí debe verse obligado a adherirse a la convención sin más requisitos previos ni demoras".
La representante iraní prosiguió: "Advertimos una vez más sobre los graves efectos de la politización en la aplicación de la Convención, en su autoridad y credibilidad; por eso pedimos que no se politicen las actividades de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. Todos los países miembros deben evitar abusar de esta organización con fines políticos en interés de sus objetivos nacionales ".
"La República Islámica de Irán insta, una vez más, a garantizar la actividad independiente, imparcial y profesional de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas", concluyó Ershadi.
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