Respecto a las grandes y pacíficas civilizaciones de ambos estados, Raisi aseguró que el fortalecimiento de las relaciones entre Teherán y Tokio beneficiará a las dos naciones.
Ante las amplias capacidades existentes, es necesario ampliar los vínculos bilaterales, añadió.
El presidente Raisi explicó por otro lado que la dependencia del actual gobierno de Biden a las fallidas políticas de la anterior administración de EEUU se ha convertido en el principal impedimento para que las negociaciones en Viena puedan avanzar, afirmando que, independientemente del resultado final, la República Islámica de Irán está decidida a incrementar sus relaciones y su cooperación con otros estados, incluido Japón.
El mandatario recordó la necesidad de lograr la paz y estabilidad en todo el mundo, apostillando que Teherán y Tokio pueden desempeñar un papel destacado en ese sentido si fortalecen su cooperación.
El presidente recordó que las intervenciones extranjeras son la principal causa de la inseguridad que vive la región, y destacó la necesidad de resolver la crisis yemení a través de impulsar el diálogo entre los propios yemeníes. Es imprescindible romper el brutal cerco que pesa sobre el Yemen para impedir los crímenes inhumanos de las fuerzas de la coalición contra ese indefenso pueblo, subrayó Raisi.
Y por su parte, Fumio Kishida, felicitó al presidente por el aniversario de la victoria de la Revolución Islámica, y recordó que cuando era ministro de Exteriores y presidente del Grupo de Amistad Irán-Japón, al igual que hoy, como primer ministro, siempre ha abogado por desarrollar los vínculos y la cooperación conjunta.
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