En la sesión del Parlamento, Qalibaf señaló que el crimen terrorista, que terminó con varios muertos y heridos en el santuario sagrado de Shah Chergh en Shiraz, muestra que los enemigos buscan la desintegración de Irán y están tratando de hacer que el país sea inseguro, por lo que las figuras influyentes deberán dividir su camino de los enemigos.
Agregó que el régimen sionista y los estados reaccionarios de la región deben ser conscientes de que no pueden esconderse detrás de Daesh y las redes de televisión antiiraníes con sede en Londres y deben ser responsables del derramamiento de sangre en Irán.
Se espera que todos aquellos, que son pensadores y figuras influyentes, se separen de los buscadores de violencia y los delincuentes, dijo Qalibaf, y añadió que, por supuesto, los delitos terroristas no deben causar una situación en la que se ignoren las denuncias de las personas.
Sin embargo, si los grupos políticos y los actores socioculturales hubieran impedido el desvío de las denuncias a los disturbios, los enemigos criminales no podrían haber desaprovechado la oportunidad de cometer tal delito, argumentó.
La República Islámica ve la queja no solo como una forma correcta sino también como la fuente del progreso, pero los movimientos sociales deben separarse de los que buscan la violencia y los separatistas, dijo.
Como afirmó el Líder Supremo de la Revolución Islámica, se necesitan medidas decisivas e inteligentes para abordar la causa raíz de las calamidades y es de esperar que el pueblo de Irán sea testigo de actos de represalia en respuesta a los crímenes, dijo.
El pasado 26 de octubre, un terrorista armado con una ametralladora abrió fuego contra los peregrinos y los fieles en el santuario sagrado de Shah Cheragh en Shiraz, y martirizó a 15 personas inocentes, incluidas algunas mujeres, niños y ancianos, e hirió gravemente a decenas más. El grupo terrorista Daesh se atribuyó la autoría del atroz ataque.
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