El jefe de la Diplomacia persa efectuó esas declaraciones en una reunión virtual de emergencia de los 57 miembros de la OCI, convocada por Irak y Arabia Saudí luego de las repetidas blasfemias contra el Corán en Suecia y Dinamarca, añadiendo: “Desafortunadamente, la tendencia creciente de intolerancia y violencia contra el Islam y los musulmanes en algunos países europeos se ha convertido en un desafío fundamental debido al apoyo de ciertas facciones gobernantes”.
El principal diplomático persa dijo que el acto sacrílego y odioso de insultar el Sagrado Corán y los valores y creencias de más de dos mil millones de musulmanes en todo el mundo era la manifestación de una “tendencia muy preocupante”, añadiendo que tales acciones tienen como objetivo el entendimiento mutuo y el espíritu de coexistencia pacífica en la comunidad internacional al ignorar los puntos en común civilizatorios y religiosos entre las naciones y al no respetar los derechos humanos.
El canciller iraní expresó su “profundo pesar” de que algunas personas insulten creencias y valores con el pretexto de apoyar el derecho a la libertad de expresión y estén respaldadas oficialmente por ciertos gobiernos europeos.
“Creemos firmemente que evitar que se repitan los insultos a las religiones, incluido el islam, es lo mejor para todos”, destacó Amir Abdolahian, señalando que l recientes y amargos acontecimientos en Suecia y Dinamarca exigen una responsabilidad colectiva por parte de los países islámicos para ejercer presión sobre los gobiernos europeos para que pongan fin rápidamente a tales acciones provocativas y responsabilicen a los perpetradores y los castiguen en el marco de la ley.
El máximo diplomático persa también propuso enviar una delegación de la OCI a Suecia y Dinamarca para reunirse con sus respectivas autoridades, expresar la profunda preocupación y sensibilidad de los gobiernos islámicos y la comunidad musulmana con respecto a las recientes acciones ofensivas y exigir un “castigo severo” para los involucrados en actividades de incitación al odio y antiislámicas.
De igual modo, hizo un llamado al consejo jurisprudencial de la OCI para que aborde urgentemente el tema crucial con el objetivo de diseñar estrategias para criminalizar tales actos sacrílegos a nivel nacional, regional e internacional, tanto en el espacio real como en el virtual.
El máximo diplomático iraní subrayó que los gobiernos islámicos y la comunidad musulmana, en caso de que se repitan tales movimientos en cualquiera de esos países, sin duda no tendrán otra opción que reducir el nivel de las relaciones diplomáticas o incluso romper los lazos diplomáticos e imponer sanciones contra los países en cuestión.
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