Según lo previsto por las encuestas de las últimas semanas, Gustavo Petro, izquierdista de la coalición Pacto Histórico (PH), en un triunfo sin precedente, se hizo el presidente electo de Colombia.
Junto con Petro, la primera mujer afrocolombiana de clase trabajadora, Francia Márquez, se convirtió en vicepresidenta, representando a las partes históricamente más excluidas del país.
El profesor y experto colombiano, Jairo Estrada, opina que la importancia del evento es indiscutible si se considera que se quiebra el dominio secular impuesto por los partidos políticos de las clases dominantes en el imperante régimen de democracia de excepción.
“Es del mayor significado que alzaran con la primera magistratura un hombre proveniente de las clases subalternas y una mujer negra, de origen humilde, recalcó el académico Estrada en una entrevista con agencia cubana de noticias Prensa Latina.
Según el profesor y académico “La votación de 11 millones 279 mil 265 sufragios, equivalente 50,48 por ciento, es la más alta lograda por una fórmula presidencial en la historia del país, con una participación no vista del total del censo electoral”.
Tras este evento electoral, el secretario general de la ONU, António Guterres, felicitó este lunes al pueblo de Colombia por su histórica participación en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y la conducción pacífica de los comicios.
El impacto de Presidenciales de Colombia en la región
"¡Alegría para América Latina! Trabajaremos juntos por la unidad de nuestro continente en los desafíos de un mundo que cambia velozmente", escribió en Twitter el presidente de Chile, Gabriel Boric, tras el histórico triunfo de Gustavo Petro en Colombia.
La reciente fórmula política en Colombia, sin duda contrasta con las figuras que han dominado el gobierno nacional durante los 200 años de historia republicana colombiana (luego de la separación de la nación bolivariana), como bien lo refirió la vicepresidente Márquez en su discurso de este domingo 19 de junio.
A este respecto, Estrada opina que “La expectativa generada por el nuevo gobierno se encuentra en el abandono de la política de arrodillamiento frente a los Estados Unidos y de hostilidad frente a los países hermanos de Cuba y Venezuela, así como en una participación activa en los procesos de integración regional, trascenpdiendo los enfoques neoliberales impuestos al país en las últimas décadas”.
Gobiernos anteriores de Colombia contaron, de manera permanente, con la tutela y el apoyo irrestricto del gobierno de los Estados Unidos, por considerar al país como su principal aliado en las pretensiones geopolíticas de acceso a recursos estratégicos y de contención de proyectos políticos contrarios a la política imperial de dominación de espectro completo.
Por otra parte, el analista considera que el masivo voto por la fórmula Petro-Francia es el resultado de acumulados de inconformidad y hartazgo frente a un indolente régimen de dominación política, económica y cultural
el triunfo en el balotaje del domingo 19 de junio, se trató también “de un voto contra el desgraciado gobierno de Iván Duque”, dijo el experto a Prensa Latina.
Por esa razón se consideró como un “voto por el cambio, por un cambio lleno de contenidos”, subrayó Estrada.
Los acuerdos en materia económica-financiera-comercial, militar y geopolítica de Bogotá con Washington no pueden lesionarse sin que haya un sisma importante en el próximo gobierno de Petro, sobre todo teniendo en cuenta que ese país es "socio global" de la OTAN, sin mencionar los intereses de grupos locales que son abiertamente partidarios del buen ecosistema de relaciones entre Estados Unidos y Colombia, según ha informado grupo de expertos Misión Verdad.
Los pasos que dará la nueva administración en torno a las relaciones con Cuba, Nicaragua y Venezuela serán el punto de inflexión (si ha de haberlo) en torno a la política exterior del PH, en un escenario donde se pretende apartar política e ideológicamente a los países promotores del ALBA-TCP, la CELAC y UNASUR como una izquierda distinta ("la troika de la tiranía", así bautizada por el guerrerista estadounidense John Bolton) al "nuevo progresismo" que representan Alberto Fernández, Gabriel Boric y el mismo Gustavo Petro.
Tras la primera vuelta de las elecciones del 29 de mayo, con más de 8,5 millones de votos (40,32% del total) pero menos del 51% requerido, Petro avanzó a la segunda vuelta en la que ganó con más de 11 millones de votos (50,44% ) como el presidente electo del pueblo colombiano.
El senador Petro, y exalcalde de Bogotá, gobernará a partir del próximo 7 de agosto para el periodo 2022-2026, como sucesor del actual mandatario Iván Duque.