Una explosión cerca de la frontera entre Ucrania y Polonia, que dejó dos muertos, sacudió la cumbre del G20 celebrada en la provincia Bali de Indonesia. La noticia quitó el sueño a los líderes mundiales en plena madrugada.
Preguntado en Bali, donde participa junto a líderes de todo el mundo en la reunión del G20, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que, hay «mucha información para cuestionar» la hipótesis de que se tratara de un misil ruso.
“No quiero decir nada hasta que se complete la investigación. Pero es improbable, analizando la trayectoria, que se tratara de un misil lanzado desde Rusia”, subrayó el mandatario estadounidense, después de convocar a sus aliados a un encuentro urgente para abordar el tema..
Hasta el momento no hay información oficial sobre las causas del incidente, mientras que la Policía, la Fiscalía y el Ejército polacos trabajan en el lugar. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, A su vez, ha convocado una reunión urgente de la Comisión de Seguridad Nacional del país.
Aunque el presidente de Polonia declaró que la investigación sigue en curso, pero al mismo tiempo insistió en que “muy probablemente fue un misil fabricado en Rusia”.
Esto mientras que, Rusia niega las acusaciones sobre el impacto de dos misiles rusos al territorio polaco y las considera “provocación deliberada” para escalar tensiones. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, aseguró que esos proyectiles no tienen nada que ver con armas rusas
Polonia, como un miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es una de las bases importantes del Occidente en medio de la guerra entre Moscú y Kiev. Según el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Polonia, Pawel Soloch, hay unas 5500 tropas de EE.UU. desplegadas en este país.