El iraquí de 37 años suscitó condenas en el mundo islámico por quemar el miércoles a plena luz del día un ejemplar del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, delante de la principal mezquita de Estocolmo, capital de Suecia, tras obtener la autorización del Gobierno sueco.
Momika, quien se identifica en Instagram como un “ateo liberal secular”, recibió el pasaporte sueco el 20 de febrero de 2022, y desde entonces comenzó a compartir publicaciones antislámicas en esta red social.
En su sitio web, el migrante afirma ser el fundador y líder del “Partido Unión Siria” entre 2014 y 2018. La agrupación está ligada a la milicia kurdo-siria Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que cuentan con el respaldo de Estados Unidos, y apoya abiertamente la fragmentación de Siria. “La descentralización es el mejor sistema para Siria”, ha dicho una y otra vez el partido.
El migrante blasfemo ha expresado también su apoyo a Ucrania, en su cuenta de Instagram, en el conflicto que vive con Rusia y ha manifestado su disposición a ir al país eslavo y luchar junto con las fuerzas ucranianas.
“Nosotros, la oposición iraquí en el exterior, nos solidarizamos con Ucrania en su guerra contra la ocupación rusa”, escribió Momika en Instagram. “Iremos a Ucrania para apoyarlos tan pronto como obtengamos las aprobaciones de las autoridades correspondientes”, dijo en otra publicación.
El periodista y analista político sirio Kevork Almassian ha calificado a Momika de un hombre problemático, inestable y narcisista que busca atención y fama o está respaldado por una o varias potencias o de servicios de inteligencia extranjeros para crear sedición e inestabilidad, no solo en Suecia sino también en Irak y Siria.
Almassian avisa, además, que las acciones secesionistas de Momika en Irak y Siria cuentan con el apoyo de los grupos extremistas y las células durmientes de Daesh.
El jueves, Bagdad exigió al Gobierno sueco extraditar a Salwan para ser juzgado por la blasfemia al Corán y dijo que justificaciones legales y la libertad de expresión no validan la ofensa a las santidades religiosas.
Decenas de indignados iraquíes asaltaron el jueves la embajada sueca en Bagdad, convocados por el poderoso clérigo chií, Muqtada al-Sadr, quien también pidió la expulsión del embajador sueco en Irak.
HispanTV