En un acto autorizado “de acuerdo con el derecho a la libertad de expresión” por la policía sueca, en el primer día de la fiesta musulmana de Aid al-Adha, un hombre quemó el miércoles varias páginas de un ejemplar del Corán ante la mayor mezquita de Estocolmo, capital de Suecia.
Además del Estado persa, varios países musulmanes han alzado la voz contra la repetida blasfemia a su libro sagrado en el país europeo, como Yemen, Turquía, Arabia Saudí, Jordania y Egipto, entre otros.