Algunos científicos nucleares iraníes han estado en la lista negra del Mossad y de la CIA desde el año pasado, después de que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, acusara a Irán de intentar desarrollar armas nucleares en un espectáculo satírico. A lo largo de los dos últimos años, el primer ministro del régimen sionista se ha referido repetidamente al mártir Mohsen Fajrizade como uno de los científicos nucleares más prominentes de Irán, y por eso se le permitió asesinarlo. Desafortunadamente, las organizaciones terroristas israelíes y estadounidenses se han aprovechado de la situación global y la soberanía de la ley de la selva en las relaciones internacionales para eliminar a las influyentes personalidades iraníes.
Los asesinatos de los dos grandes comandantes, el teniente general Soleimani, alto mando de la Fuerza Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y el comandante interino de las Unidades de Movilización Popular Iraquíes (PMU), conocidas como Hashd al-Shaabi, Abu Mahdi Al-Mohandes, también fueron fruto de la cooperación terrorista conjunta entre Estados Unidos, el régimen de Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Ahora, parece que el régimen de Israel está tratando de obligar a Irán a reaccionar apresuradamente, antes de que finalice el mandato de la administración de Donald Trump, asesinando a este científico nuclear para que la región desemboque en una nueva crisis. El crimen, que parece haber sido planeado desde hace mucho tiempo, se produjo tras las recientes consultas entre el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad bin Salman, y el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
En ese encuentro, Netanyahu incluyó a algunas de las figuras más influyentes del Movimiento de Resistencia en la lista negra del Mossad y recibió la autorización del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para acabar con ellas. El asesinato del mártir Mohsen Fajrizade no será el último. Se espera que haya otros durante el próximo mes en el Líbano, Siria, Iraq e incluso Irán. Los recientes ataques del régimen sionista contra las bases de los defensores del Santuario Sagrado en Siria también forman parte de ese proceso de terrorismo organizado entre Israel y Estados Unidos. Benyamin Netanyahu es muy consciente de que con la salida de Donald Trump de la Casa Blanca perderá su apoyo y será apartado permanentemente del poder del régimen sionista.
Así, Netanyahu cree que rompiendo la paz en la región, atraer a los países del eje de la resistencia, incluido Irán, al conflicto y realizar un ataque conjunto contra estos países puede garantizar su poder. Mohamad bin Salman también piensa que si Joe Biden llega al poder en Estados Unidos, Mohamad bin Nayef puede reemplazarlo como príncipe heredero de Arabia Saudí.
En consecuencia, atizar nuevas crisis es la política común de Estados Unidos, el régimen de Israel y algunos regímenes árabes reaccionarios. Sin embargo, es posible que esta crisis, como ocurrió en la guerra de 33 días de 2006 en el Líbano, tenga el efecto contrario para el régimen sionista.
Fuente: Periódico “Arman-e Melí”
9490**1233
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