En su discurso ante la 35ª Conferencia Internacional sobre la Unidad Islámica, el mandatario persa agradeció los esfuerzos y las medidas dirigidas a lograr la unidad islámica y la proximidad entre las religiones, señalando: "Las acciones del gran mártir Soleimani y del difunto ayatolá Mohammad Ali Tasjiri, destinadas a erradicar las dudas y desviaciones en el mundo musulmán, y aspirando a la unidad y cohesión en la comunidad islámica, son dignas de elogio e imperecederas”.
El despertar islámico, inspirado en los esfuerzos de los sabios y la sangre de los mártires, no debe apagarse; todos debemos trabajar para mantenerlo y fortalecerlo, destacó.
Raisi señaló que la población musulmana se estima en unos 2 mil millones de personas en todo el mundo, y destacó que en la actualidad, más que nunca, los jóvenes retornan a la religión y la espiritualidad, por lo que es preciso aprovechar esa excelente oportunidad.
El presidente iraní recordó que cuando se formó el grupo terrorista del Daesh, el Líder Supremo de la Revolución advirtió que sus crímenes equivalían a lo que hacen los sionistas, no los musulmanes; y posteriormente, todo el mundo ha comprobado que el Daesh tiene una base estadounidense y sionista.
"Hoy vemos con pesar sus complots en el Líbano y Afganistán, como ayer fue en Iraq y Siria”, advirtió el presidente, subrayando que la concienciación de los ulemas debe proteger a los jóvenes musulmanes.
Raisi instó a los sabios musulmanes a impedir las desviaciones y advertir a todos para que la Umma islámica pueda protegerse ante esas conspiraciones.
Finalmente, el mandatario señaló que Irán extiende sus manos de amistad a todos los estados islámicos y a los interesados en la religión, al pueblo y a la Umma Islámica, insistiendo que nuestro país anhela un mundo musulmán libre de pobreza, corrupción, terrorismo, inseguridad e inestabilidad.
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