En su intervención ante la reunión de urgencia sobre el conflicto de Ucrania, Mayid Tajt Ravanchi declaró:
"La República Islámica de Irán está siguiendo de cerca y con gran preocupación el actual conflicto entre Rusia y Ucrania.
Reiteramos nuestra posición de principios respecto a la necesidad de hallar una solución pacífica a las controversias de conformidad con el derecho internacional, y subrayamos la necesidad de que todas las partes respeten plenamente las disposiciones establecidas en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario. Hacemos hincapié en que la "soberanía" y la "integridad" territorial de todos los estados deben respetarse plenamente y debe garantizarse la seguridad de todos los civiles.
Para hallar soluciones sostenibles y a largo plazo a esas crisis es necesario abordar sus causas profundas. Observamos que las complejidades actuales en la frágil región de Europa del Este se han visto exacerbadas por las acciones y decisiones provocativas de EEUU y la OTAN. Las preocupaciones en materia de seguridad de Rusia deben ser respetadas.
Las guerras y la destrucción infligida contra las vidas civiles e infraestructuras son inaceptables, dondequiera que ocurran. Irán insta al cese urgente de las hostilidades y la reducción de las tensiones en el conflicto actual. En este sentido, Irán subraya la esencialidad del diálogo para abordar las cuestiones de interés para que todas las partes consigan resultados duraderos.
La ONU siempre debería evitar los dobles raseros, particularmente cuando se trata de temas relacionados con el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Resulta lamentable observar como la ONU, y en particular el Consejo de Seguridad, en ocasiones ha descuidado este principio, lo cual ha socavado su credibilidad. Un ejemplo de ello es la gestión del conflicto en Yemen por parte del Consejo de Seguridad.
Creemos que el texto actual de la resolución de la Asamblea General carece de imparcialidad y de los mecanismos realistas para resolver la crisis por medios pacíficos. Además, no todos los estados miembros de las Naciones Unidas tuvieron la oportunidad de participar en la elaboración del texto de la resolución.
Cabe recalcar que la Asamblea General no está en condiciones de determinar la existencia de un acto de agresión porque, además del Artículo 39 de la Carta, la Resolución AG 3314 del 14 de diciembre de 1974 determina que es el Consejo de Seguridad el que debe establecer la existencia de un acto de agresión.
Además, la convocatoria del período extraordinario de sesiones de emergencia basada en la resolución 377 A (V) de la Asamblea General no puede considerarse como el final del diálogo.
El gobierno de mi país continúa exigiendo una resolución integral, pacífica y sostenida del conflicto actual, que incluya el cese al fuego inmediato y el inicio del diálogo, así como la provisión de ayuda humanitaria a las personas necesitadas.
Por todo ello, mi delegación ha decidido abstenerse en la votación de este proyecto de resolución (A/ES-11/L.1).
9408**1233
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