En su discurso pronunciado hace nueve días, el Líder Supremo de la Revolución señaló que uno de los aspectos más importantes de la guerra blanda es eliminar o debilitar los motivos religiosos del pueblo, advirtiendo que hoy en día, hay un motivo político detrás de cada acción que se lleva a cabo contra las tradiciones y creencias religiosas.
En otra parte de sus declaraciones, el Ayatolá Jamenei destacó la resistencia de los nómadas ante los intentos llevados a cabo durante los últimos dos o tres siglos por los extranjeros con el objetivo de obligar a los nómadas iraníes a traicionar a su patria, de liberar una guerra civil y de desintegrar el país persa.
En este sentido, recordó que ninguno de los intentos mencionados dio resultado, razón por la cual resaltó que los nómadas de Irán pertenecen a la clase más leal de la nación persa.
De igual modo, el Guía iraní calificó el sacrificio de los nómadas durante la Revolución y los ocho años de la Defensa Sagrada (la guerra impuesta por el régimen iraquí de Saddam contra Irán) como otra manifestación de su lealtad, concluyendo que la “religión” fue el factor principal de la unidad, progreso y sacrificio del pueblo persa, incluidos los nómadas.
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