El Ministerio de Exteriores insistió que el secuestro de los cuatro diplomáticos persas es una violación flagrante de la Convención de Viena (1961) sobre inmunidades diplomáticaa de todos los diplomáticos.
Asimismo, señaló que Irán siempre cree que el régimen israelí y sus aliados tienen toda la responsabilidad política y legal por el secuestro de los cuatro diplomáticos.
El ministerio criticó la falta de cooperación adecuada de la comunidad internacional y los organismos pro derechos humanos para determinar el destino de los secuestrados.
“La República Islámica de Irán espera que todas las organizaciones pro derechos humanos y las Naciones Unidas tomen las medidas necesarias a través de los mecanismos apropiadas para obligar a los sionistas a tener la máxima cooperación para aclarar el destino de esos queridos (diplomáticos) y allanar el camino para el castigo de los perpetradores de ese crimen y los violadores de la ley diplomática", insistió el Ministerio, y al elogiar los esfuerzos del Líbano para aclarar el destino de los diplomáticos iraníes, subrayó la importancia de formar un comité de investigación entre los dos países y en cooperación con los organismos internacionales.
El 4 de julio de 1985 el fotógrafo de IRNA (Kazem Ajavan), el comandante del Ejercito 27 de Mohamad Rasululah (Hay Ahmad Motevaselian), el encargado de negocios de Irán en Beirut (Seyed Mohsen Musavi) y Taqi Rastegar Moqadam fueron secuestrados por las falanges dependientes al régimen sionista.
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