El jefe de la Diplomacia persa efectuó esas declaraciones durante un encuentro mantenido en Teherán con la nueva directora de la oficina regional de la UNESCO, Golda el-Khoury.
Durante la reunión, Amir Abdolahian describió los lazos Irán-UNESCO, especialmente en campos como el registro del patrimonio cultural, como estrechos, destacando que las capacidades de la República Islámica de Irán en las áreas de educación, educación superior y tecnología, particularmente en el sector relacionado con las mujeres iraníes, son ejemplares.
En otra parte de sus declaraciones, el máximo diplomático persa se refirió a la Agenda 2030, añadiendo que se suponía que la agenda generaría solidaridad mundial, pero en cambio causó al ignorar identidades y realidades culturales de los países les causó problemas; por lo tanto, la República Islámica de Irán ve esta agenda basada en sus propias reglas nacionales y culturales.
Por su parte, e-Khoury explicó sus planes como directora de la oficina de la UNESCO y prometió a hacer todo lo posible para promover la reputación de esa oficina regional.
Cabe destacar que la Oficina Multipaís de Teherán de la UNESCO está a cargo de coordinar las actividades de la Organización en Irán, Afganistán, Pakistán y Turkmenistán.
En junio de 2017, el Líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei criticó a las Naciones Unidas por tratar de dominar a las naciones del mundo mediante la presentación de la denominada agenda UNESCO 2030.
"Esto es impropio y erróneo: ¿Qué derecho tienen a comentar sobre los países y sus tradiciones y opiniones? (¿Qué derecho tienen ellos) para decidir sobre cómo deben actuar las naciones?", se preguntó el Ayatolá Jamenei, durante una reunión celebrada con profesores universitarios, académicos y personalidades, advirtiendo:"Lo que se está diseñando en la agenda de desarrollo sostenible es un sistema intelectual, cultural y práctico para todo el mundo. La UNESCO actúa aquí como un mediador y un escaparate. Sin embargo, existen manos detrás de las Naciones Unidas que establecen un sistema intelectual, cultural y práctico para todas las naciones del mundo, obligándolas a actuar en consecuencia".
Nuestros profesores deben encontrar y definir su papel en el desarrollo de las universidades, por un lado, y proteger los valores de la Revolución, por otro, concluyó el Ayatolá Jamenei.
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