El suministro de energía no autorizado también incluyó instalaciones deportivas públicas, guarderías, universidades, bibliotecas públicas, algunas pequeñas empresas y hogares que se habían quedado sin suministro eléctrico.
Las operaciones "Robin des Bois", que toman su nombre del héroe folclórico inglés Robin Hood, formaban parte de un esfuerzo más amplio para obligar al Gobierno a abandonar sus planes de aumentar la edad de jubilación en Francia.
Según Philippe Martinez, Confederación general del trabajo (CGT), una de las mayores confederaciones sindicales de Francia, el objetivo de la iniciativa era “intensificar el equilibrio de fuerzas” a favor de los trabajadores en huelga. “(Se trata de) devolver la energía a quienes no la tienen porque no pueden pagarla, y hacerla gratuita para hospitales y escuelas”.
La Huelga Robin Hood es una medida tan curiosa como controvertida, ya que, suministrar energía gratis es ilegal. Sin embargo, los sindicatos han decidido asumir las posibles sanciones, pues estos días han dado energía y gas gratuitamente a numerosas infraestructuras públicas o rebajado las tarifas de familias más desfavorecidas.
Las operaciones “Robin Hood” se producen en plena crisis del costo de la vida en Europa, que provocará una subida adicional del 15% de los precios del gas y la electricidad en Francia en 2023, lo que intensificará problemas que vienen de lejos.
El paro en el sector de la energía sigue a la huelga nacional del 19 de enero por la reforma de la ley de las pensiones propuesta por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron, que incluyen planes para aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
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