“Estamos profundamente preocupados por el impacto humano, económico y ecológico resultante”, denunció este martes el embajador de China ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Zhang Jun Zhang.
El diplomático al señalar que el ataque a la represa “ha provocado inundaciones”, anunció que un gran número de personas deben ser evacuadas con urgencia, y esto mientras que, más de decenas de miles de personas no tienen acceso al agua potable”.
También, el funcionario puso de relieve que el embalse de la planta también es crucial para la central nuclear de Zaporiyia, ya que supone “una fuente importante de agua de refrigeración”. Las declaraciones del representante chino se producen después de que Rusia acusara este martes a Ucrania sobre la destrucción de la presa de Kajovka.
“Es evidente que este sabotaje tenía como uno de sus objetivos privar de agua a Crimea. El nivel de agua en el depósito baja y, en consecuencia, se reduce el suministro al canal. Se está reduciendo drásticamente”, ha declarado el portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov.
Respecto al sabotaje en la represa hidroeléctrica de Nueva Kajovka en la región de Jersón, el enviado chino al citar al director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, recalcó que “La central nuclear de Zaporozhie aún no ha enfrentado riesgos de seguridad, pero el nivel del agua del embalse de Kajovka continúa disminuyendo y es probable que no sea posible bombearla a la central de Zaporozhie en el futuro”.
En este sentido, tras llamar a la máxima moderación y abstención de palabras y acciones que puedan intensificar la crisis existente en el territorio en cuestión, el representante chino ante la ONU advirtió que “nadie podría sobrevivir” a un desastre nuclear.
De igual manera, Moscú rechazó las acusaciones de Kiev de que Rusia está involucrada en la destrucción de la presa de Nueva Kajovka. Según el Gobierno ruso, Ucrania lanza acusaciones y ofensivas “por sus fracasos durante los últimos meses de combate”.
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