Tras explicar los progresos obtenidos por la Unidad Aérea de la Fuerza Terrestre después de la guerra Irán-Iraq, el general Qorbani recordó: “Al comienzo de la guerra solo teníamos unos 10 pilotos especialistas en 7 bases. Ahora, la mayoría tienen una gran formación y son los mejores maestros de entrenamiento”.
El general Qorbani destacó asimismo la autosuficiencia de la Unidad Aérea durante el período en que los enemigos impusieron las sanciones más duras, señalando: “Hemos sido objeto de numerosas restricciones, incluido el embargo militar, por parte del enemigo durante 40 años. Los sistemas de los modernos helicópteros son muy complejos, por lo que su reparación y mantenimiento requería un procedimiento muy complicado. Sin embargo, actualmente hemos conseguido prescindir de la ayuda de ningún país para la producción de piezas y repuestos, e incluso hemos alcanzado un nivel que nos permite ayudar a los países amigos”.
Estas piezas han sido producidas por las universidades y empresas científicas, indicó el general, concluyendo: “Uno de los problemas que afrontábamos en años anteriores eran los vuelos nocturnos. Solo unos pocos países pueden hacerlo. Nuestra Unidad Aérea de la Fuerza Terrestre lo ha conseguido y podemos volar de noche para ayudar y rescatar cuando sea necesario”.
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