Según el corresponsal de IRNA, la visita de los diplomáticos sionistas, de hecho, su segunda visita en medio de la octava ronda de negociaciones, se convirtió esta vez en noticia destacada. Los representantes del régimen ocupante ya habían viajado a la capital austriaca hace unas tres semanas y, según se supo, se reunieron con los representantes del G4+1, la Unión Europea y Estados Unidos en el Hotel Carlton Ritz, no muy alejado del Hotel Coburg.
En aquel momento, el encuentro permaneció oculto a los medios y no tuvo una gran repercusión en la prensa. Sin embargo, según nuestro corresponsal, los inusuales movimientos frente al Hotel Ritz, así como las idas y venidas de los representantes del G4+1, junto con el repentino aumento de la seguridad frente al Hotel Ritz apuntaban a la presencia de los sionistas, mientras proseguían en el Hotel Marriott los encuentros entre los miembros del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) y EEUU, sin la presencia de Irán.
Aunque las delegaciones negociadoras se mostraron reacias a comentarlo, y tampoco explicaron el por qué del cambio repentino del lugar de sus reuniones, no hacía falta mencionar que esos acontecimientos evidenciaban la presencia de los funcionarios sionistas, pues es sabido que ellos viajan amparados por medidas extremas de seguridad.
Por supuesto, la historia de las triquiñuelas sionistas no se limita a esta ocasión, pues cuando, tras una pausa de cinco meses se reanudaron las negociaciones con el nuevo equipo negociador de la República Islámica de Irán, comenzaron sus actividades destructivas. En una entrevista con IRNA, en diciembre de 2021, una fuente bien informada se refirió a la coordinación existente entre la troika europea (Francia, Alemania e Inglaterra) con el régimen sionista, añadiendo que tratando de interferir en el proceso de negociación, ya habían realizado numerosos viajes y mantenido conversaciones regulares para evitar que se alcanzara un acuerdo en la capital austriaca.
Según explicó esa fuente, el tema habitual y más trascendental para ellos es su preocupación por el destacado papel de Irán en los acontecimientos regionales e internacionales, lo cual debilita la supervivencia del régimen sionista, y reduce los intereses económicos de la troika Europa en materia de comercio y venta de armas.
Esa fuente añadió que la reciente visita del primer ministro israelí a los países árabes del Golfo Pérsico tenía como objetivo frustrar el plan iraní de desarrollar aún más sus relaciones con los países vecinos.
Aunque esos hechos produjeron ciertas especulaciones en los medios, no hace falta recordar que el régimen sionista, que por su propia naturaleza solo busca crear tensiones en la región, desea continuar con sus crímenes en los territorios ocupados amparado con la crisis por el programa nuclear iraní.
De hecho, los sionistas consideran que cualquier acuerdo en Viena sería contrario a sus objetivos expansionistas y, en este sentido, tildaron incluso como inmorales los encuentros de algunos países negociadores. E igualmente, la reunión que mantuvieron con el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en vísperas de la reunión de la Junta de Gobernadores evidencia que ellos no dudarán en influir negativamente en la independencia de este organismo internacional.
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