La alfombra se encontró en 1949 por el arqueólogo ruso Serguéi Rudenko en una de las tumbas congeladas del gobernante Pazyryk en el sur de Siberia y actualmente brilla en el Museo Hermitage en San Petersburgo, Rusia.
Tras examinar la estructura de la alfombra y sus dibujos, Rodenko se dio cuenta de la gran similitud de los diseños de Pazyryk con los relieves de Persépolis.
Lo interesante es que según los estudios realizados por los expertos en alfombras, en términos de calidad, tipo del tejido y diseño, Pazyryk de 2*2 m2 es casi igual a las alfombras actuales, y está claro que fue tejida en las sociedades civilizadas.
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