Iravani efectuó estas declaraciones en una carta a todos los embajadores y representantes permanentes de los Estados miembros y observadores ante las Naciones Unidas, y al presentar un breve informe sobre los acontecimientos actuales en Irán, aclaró los objetivos de Estados Unidos de celebrar una reunión contra Irán en las Naciones Unidas.
Subrayó que en la situación en la que las mujeres iraníes están siendo perjudicadas por las inhumanas sanciones impuestas por Estados Unidos hace décadas, Washington no tiene la autoridad legal, moral y política para celebrar una reunión sobre las condiciones internas de Irán.
En esta carta se refirió a la petición de Estados Unidos de celebrar la reunión informal de fórmula Arria titulada “Protestas en curso en Irán”, Iravani enfatizó que Estados Unidos, mediante la guerra psicológica y el engaño, afirma que esta reunión tiene como objetivo apoyar los derechos de las mujeres iraníes. Pero estas acciones expresan la hipocresía estadounidense y una flagrante violación de los valores de los derechos humanos.
Refiriéndose a décadas de hostilidad estadounidense hacia el pueblo iraní, este diplomático iraní agregó: “Contrariamente a las acusaciones infundadas de Estados Unidos contra Irán, el gobierno de la República Islámica de Irán siempre ha estado comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos y la implementación de los derechos humanos dentro del marco del derecho internacional.
Explicó que el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica está reconocido en la constitución de la República Islámica de Irán y que cada gobierno, incluido el gobierno iraní, es responsable de proteger a su pueblo de actos de violencia como el vandalismo y la destrucción de la propiedad privada y propiedad pública como la quema de ambulancias, transporte público, bancos, centros de servicio público y sobre todo ataques terroristas, como el incidente reciente, que resultó en la muerte de 15 personas y la herida de 30 ciudadanos, incluidos mujeres y niños, en las manos de elementos de Daesh en un lugar religioso en Shiraz, en el sur de Irán.
Señaló que existen mecanismos para monitorear, promover y preservar los derechos humanos en los países en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), y entre estos mecanismos se encuentra el Examen Periódico Universal (EPU), que es un mecanismo global y transparente basado en cooperación, diálogo y búsqueda de igualdad de trato para todos los gobiernos que estudia; Irán cuenta con una cooperación voluntaria y constructiva en el marco del examen periódico universal y la promoción de los informes periódicos.
“Abordar los asuntos internos de los gobiernos por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) creando un vínculo imaginario entre estos temas y la paz y la seguridad internacional no solo es infructuoso, sino que debilita los mecanismos efectivos existentes y contradice los principios y objetivos de las Naciones Unidas en la Carta de las Naciones Unidas con respecto al principio de No injerencia en los asuntos internos de los gobiernos”, agregó.
“Por lo tanto, los esfuerzos de Estados Unidos para realizar dicha reunión es una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional y crea una práctica peligrosa que los Estados miembros no deben aceptar”, añadió.
“Estados Unidos no tiene un interés real y sincero en la situación de los derechos humanos en Irán o en cualquier otro lugar. Estados Unidos afirma estar defendiendo a las mujeres iraníes, mujeres que han sido gravemente dañadas por décadas de sanciones inhumanas de Estados Unidos”, señaló, agregando que la verdadera guerra ahora se trata de alimentos y medicinas, y esto va más allá del doble rasero, y si bien es un enfoque político y selectivo de los derechos humanos, es un crimen de guerra.
Finalmente, Iravani solicitó a los miembros de las Naciones Unidas que se abstengan de cualquier acción que ayude a realizar esta reunión y crear un procedimiento peligroso.
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