El Papa señaló que debido a la pausa en las negociaciones dirigidas a la reactivación del pacto nuclear iraní, conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), ha surgido una particular preocupación.
Las conversaciones dirigidas a la eliminación de las sanciones comenzaron en Viena, la capital de Austria, en abril del año pasado, meses después de que Joe Biden sustituyera a Trump.
A pesar del notable progreso, la indecisión y la procrastinación del país norteamericano provocaron múltiples interrupciones en las maratonianas conversaciones.
Cuatro días de intensas negociaciones entre representantes de la República Islámica y las cinco partes restantes del JCPOA (Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China) terminaron el 8 de agosto con un texto propuesto por la Unión Europea (UE) sobre la mesa.
Irán presentó su respuesta a la propuesta de la UE el 15 de agosto, una semana después de que concluyera la última ronda de conversaciones. Tras presentar su respuesta, Teherán instó a Washington a mostrar realismo y flexibilidad para llegar a un acuerdo.
Sin embargo, la administración de Biden tardó casi diez días en presentar su respuesta a los comentarios de Irán sobre el borrador de la UE.
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