Pese al rechazo popular y las protestas hechas durante varias semanas en Francia contra el controvertido plan de reforma de Emanuel Macron, el Consejo Constitucional del país aprobó la mayor parte de la reforma mencionada desestimando una solicitud presentada para un referéndum sobre una ley de pensión alternativa.
Por tanto, Miles de personas volvieron a salir a las calles de varias ciudades del país para mostrar su rechazo ante la aprobación de la medida. Durante las protestas masivas se registraron más de 112 personas detenidas y numerosos actos de violencia hasta el momento.
Las ciudades galas de París, Marsella y Toulouse volvieron a ser testigos de protestas callejeras el viernes, y en la ciudad de Nantes, en el oeste de Francia, hubo enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
Los sindicatos emitieron un comunicado conjunto en el que instaban a Macron a no promulgar la ley, y afirmaron que el asunto "no había terminado", y convocaron a una manifestación histórica para el 1 de mayo.
Desde el 19 de enero, los sindicatos llevan organizando protestas masivas contra la controvertida reforma del sistema de pensiones. Las movilizaciones populares aumentaron en intensidad a mediados de marzo, cuando Macron, lo adoptó por decreto para evitar perder el voto en el Parlamento.
Entre tanto, La oposición izquierdista critica al mandatario galo por desoír el resentimiento de los franceses que protestan en las calles hace tres meses, por lo que rechazaron la llamada del presidente francés para reunirse el próximo martes, hasta que retire la reforma de las pensiones.
Las protestas generalizadas contra los cambios propuestos por Macron en el sistema de pensiones han paralizado los principales servicios en toda Francia este año, lo que ha provocado repetidos enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes, exponiendo el alcance de la brutalidad policial en un país europeo que a menudo finge defender los derechos humanos.
Su comentario