El mundo se está moviendo hacia el establecimiento de nuevas instituciones y reglas, y esta vez, a diferencia del pasado, el nuevo mundo está emergiendo no de la guerra con herramientas militares duras, sino principalmente de herramientas blandas y confrontaciones civiles, y esto es exactamente el talón de Aquiles que ha puesto en peligro el sistema hegemónico.
La 13ª Administración comenzó a trabajar mientras estos desarrollos experimentaban un ritmo más rápido que en el pasado, que continúa sin cesar.
El proceso de convertirse de la membrecía de Irán en la Organización de Cooperación de Shanghái finalizó en la 13ª Administración, cuando Irán llevaba años intentando iniciar este proceso. Junto con este logro, la agenda de política exterior de Irán incluye la colaboración con los estados miembros de BRICS, con el objetivo de diversificar el acceso a los recursos y medios internacionales para cumplir con los requisitos económicos, monetarios y financieros. Por lo tanto, al convertirse en miembro de estos importantes mecanismos económicos y de seguridad política, Irán demuestra su determinación inquebrantable de desempeñar un papel importante en la configuración de estructuras y mecanismos multilaterales..
En el nuevo orden mundial, la transferencia de poder del Occidente al Oriente se puede observar gradualmente y en un proceso perceptible. EEUU y Europa han perdido la capacidad de gestionar los acontecimientos internacionales como solían hacerlo anteriormente. Aunque Occidente todavía cuenta con muchas herramientas para influir en los procesos y acontecimientos internacionales, pero otros países como China y Rusia, los miembros de BRICS y las potencias regionales, especialmente en Asia, han podido beneficiarse de las oportunidades y desempeñar un papel más activo en escenario internacional.
El gobierno iraní ha priorizado la cooperación a largo plazo con China, lo que lleva a la implementación exitosa de acuerdos estratégicos entre las dos naciones.
Rusia es otro país que desempeñará un papel importante en los futuros desarrollos internacionales, y las relaciones de la República Islámica de Irán con este país son institucionales y estratégicas. El conflicto entre Rusia y Ucrania es una crisis con efectos globales que esperamos que acabe lo antes posible y con Occidente deteniendo sus intervenciones. Independientemente del desencadenamiento de esta guerra, Rusia posee la capacidad de asumir un papel renovado en los próximos acontecimientos internacionales y el orden multipolar mundial, y el gobierno iraní ha puesto un énfasis significativo en profundizar las interacciones con este país.
Después de varios años de diligentes negociaciones, la República Islámica de Irán y el Reino de Arabia Saudita han llegado a una conclusión. La participación de China en la finalización de acuerdos bilaterales ha llevado a la reanudación de las relaciones políticas entre los dos países. Este movimiento estratégico prepara el escenario para futuros desarrollos regionales, mejorando su estatura política en la región. Se espera que las consecuencias positivas de este acuerdo beneficien a ambas naciones, contribuyendo a la prosperidad, paz y estabilidad de la región.
El gobierno iraní en ejercicio ha sido muy consciente de las amenazas que plantea el régimen sionista de Israel y ha enfrentado y prevenido activamente sus actividades terroristas, tácticas inductoras de tensión y políticas inhumanas. A medida que toma forma el orden mundial emergente, se espera que la capacidad del régimen sionista para perturbar el orden y la seguridad regionales disminuya significativamente. El reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del “Día de la Nakba” como un evento significativo en la historia de la organización refleja la respuesta de la comunidad internacional a los crímenes cometidos por este régimen. La “teoría de la resistencia” emerge como una estrategia eficaz para fomentar la estabilidad y la paz en la región, e Irán sigue comprometido a contrarrestar las hostilidades propagadas por el régimen sionista con la mayor seriedad.
Paralelamente al desarrollo de las relaciones con el mundo oriental y Asia, la República Islámica de Irán nunca ha descuidado sus relaciones con el mundo occidental, especialmente con Europa. La 13ª Administración ha mantenido y mantendrá relaciones basadas en principios, valores y normas internacionales con los países europeos. Nuestra expectativa en las relaciones bilaterales con los países europeos es el respeto y la reciprocidad.
Estados Unidos, experimentando un declive en su influencia en el sistema internacional, mantiene una estrategia ambigua y desconcertante hacia Irán; una política dual de “disuasión y diplomacia”.
Sin embargo, Irán adopta un enfoque que contrasta con la postura antagónica de Estados Unidos, centrándose en mejorar la resiliencia económica mitigando el impacto de las sanciones con toda su fuerza. El país prioriza mantener y expandir su programa nuclear pacífico. Irán aboga por mecanismos diplomáticos para lograr objetivos de política exterior.
Su comentario