“Se informa que el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspenden y se reactivan todas las operaciones ofensivas”, se lee en un comunicado de prensa publicado por la Presidencia de la República.
La Administración de Gustavo Petro agrega que estas medidas conforman al “respeto a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario”, al afirmar que, el Ejecutivo señala que decidió suspender la tregua con esa organización tras la masacre de cuatro menores indígenas en Putumayo, quienes, según las fuentes locales, habían sido reclutados y fueron asesinados cuando intentaron escapar.
Al finalizar un consejo de seguridad en el que participaron el ministro de defensa, Iván Velásquez, y la cúpula de las fuerzas armadas, el Gobierno explicó que la suspensión del cese al fuego se dio después de escuchar a delegados de las comunidades y del Consejo Extraordinario de Seguridad. El presidente colombiano anunció que las acciones militares se realizarán bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario.
Petro decretó el 31 de diciembre el cese al fuego con diferentes actores armados, entre ellos las disidencias de la antigua FARC, por un periodo de seis meses. Colombia lleva más de 50 años en un conflicto armado donde han intervenido distintos actores y se han firmado varios acuerdos de paz.
El más reciente se consolidó en 2016, cuando la FARC y el Estado, gobernado entonces por Santos (2010-2018), llegaron a un acuerdo para que la guerrilla dejara las armas y sus combatientes se incorporaran a la vida civil.
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