La diplomática estadounidense, que renunció el 28 de julio, dijo al Washington Post en una entrevista que la diplomacia sigue funcionando en este mundo.
La principal negociadora estadounidense en las negociaciones del acuerdo nuclear con Irán bajo la administración de Obama dijo que es importante entender a la otra parte en las negociaciones. “En las negociaciones, debes comprender a la otra parte: sus intereses, así como su cultura, su historia. Si no lo hace, no podrá entender qué influencia tiene y cómo puede encontrar la respuesta”, añadió.
Según ella, las negociaciones nunca se basan en la confianza. “No confío en Irán. Irán no confía en mí. Cuando conocí a los rusos antes de la invasión de Ucrania por Vladimir Putin, no confiaba en los rusos. Respeté la habilidad y los intereses del otro lado. Pero yo estaba allí para representar los intereses de Estados Unidos. Nunca olvides los objetivos de tu país”.
Dijo que es difícil negociar con varios países cuando tienen que centrarse en un tema en particular. “Es muy difícil negociar con algunos países. Rusia es muy difícil en este momento. Aunque, por terrible que sea nuestra relación en este momento, todavía tenemos canales a través de los cuales podemos resolver asuntos individuales. Estamos trabajando arduamente para liberar a las personas detenidas ilegalmente en Rusia, incluidos Evan Gershkovich y Paul Whelan, a quienes deseamos desesperadamente traer a casa. Por eso, incluso en las circunstancias más extremas, en las relaciones más desconfiadas, tratamos de seguir adelante”.
Señalando las relaciones entre China y EEUU, dijo: “No debemos olvidarnos de China. La relación de Estados Unidos con China es muy complicada. China tiene la posibilidad no solo de competir con Estados Unidos, sino también de reemplazar el orden internacional basado en reglas con un orden propio. Trabajar duro en esta relación es muy importante. No queremos llevar la relación con China a un conflicto”.
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