El mandatario iraní efectuó estas declaraciones durante una conversación telefónica mantenida con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián.
Raisi dijo que el régimen sionista no es amigo de los países de la región y que sus tiranías contra el pueblo palestino no tienen precedentes en la historia.
También dijo que la República Islámica de Irán cree profundamente que los problemas regionales deben resolverse mediante la cooperación de los propios países de la región y sobre la base del respeto mutuo y el interés común.
El respeto por la integridad territorial y la soberanía de los países también se encuentra entre las políticas básicas de la República Islámica, añadió.
Raisi señaló que Irán apoya la cooperación bilateral y multilateral en energía y transporte, y añadió que dicha cooperación ayuda a promover la seguridad y la estabilidad y trae prosperidad económica a la región.
También expresó su apoyo a las conversaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán, que se encuentran en una disputa de décadas sobre la región de Nagorno-Karabaj.
Raisi expresó su esperanza de que los dos países resuelvan sus problemas pacíficamente y respeten la soberanía del otro, así como la integridad territorial, al tiempo que consideran los derechos y la seguridad de los pueblos del Cáucaso.
Por su parte, Nikol Pashinián agradeció a Irán por sus políticas y dijo que la República Islámica desempeña un papel clave en la región.
El primer ministro armenio también dijo que Armenia está interesada en impulsar la cooperación con Irán en los campos económico, político y cultural.
Añadió que la celebración de reuniones periódicas del comité económico conjunto de los dos países definitivamente les ayuda a acelerar la cooperación bilateral.
También informó al presidente iraní sobre las negociaciones Ereván-Bakú y expresó su esperanza de que la próxima sesión del grupo 3+3, que tendrá lugar en Teherán, se celebre lo antes posible.
El grupo 3+3 está formado por tres países del sur del Cáucaso, a saber, Azerbaiyán, Armenia y Georgia, así como tres países vecinos, incluidos Rusia, Turquía e Irán, y tiene como objetivo promover la seguridad en el Cáucaso.
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