"EEUU y sus aliados están creando una nueva escalada de tensiones (...) Las consecuencias son especialmente pronunciadas en las áreas de la seguridad alimentaria y energética, donde se ha creado artificialmente una escasez como resultado de las acciones de Occidente", según ha informado la agencia rusa de Sputnik mundo citando a Lavrov.
"Europa, y el resto del mundo, se están viendo literalmente obligados a abandonar las fuentes baratas de energía rusa, que están disponibles en abundancia", indica.
En cuanto a los alimentos, si EEUU y la Unión Europea quitasen las restricciones logísticas y de pago sobre el suministro del grano ruso, "entonces el problema puede resolverse muy pronto".
Tras la operación militar de Rusia en el territorio ucraniano, el 24 de febrero, EEUU y sus aliados occidentales, impusieron sanciones individuales y sectoriales con el propósito de infligirle a la economía rusa el mayor daño posible en un intento de presionar a Moscú. Rusia ha condenado enérgicamente las hostilidades de Occidente en su contra, calificándolas de una “declaración de guerra”.
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