Medvédev anunció el domingo en la red social Telegram de que Occidente, encabezado por EE.UU., estará listo para hacer interminables intentos para paralizar o destruir a Rusia y, como el resultado, podría surgir una nueva alianza militar en todo el mundo.
“La reunión de Ramstein (reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania que tiene lugar en la base militar de Ramstein, en Alemania) y el suministro de armas pesadas a Ucrania no dejan dudas de que nuestros enemigos intentarán mutilarnos o incluso destruirnos a perpetuidad; y tienen suficientes armas para eso. También podrían comenzar a producir otras nuevas, de ser necesario”, señaló el alto funcionario ruso.
Al referirse a la historia de guerras prolongadas, el también vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia resaltó que, en primer lugar, “sería muy difícil [afrontar un conflicto de desgaste]” y, en segundo lugar, “en caso de un conflicto prolongado, podría aparecer una nueva alianza militar, integrada por aquellos países que están molestos con los estadounidenses” y sus aliados.
Según el diplomático, el mundo volverá a ser un lugar estable si Estados Unidos abandone Europa y “los restos de Ucrania”.
El viernes, los titulares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se reunieron en la base militar de Ramstein, Alemania, mientras que han pasado 11 meses desde la guerra en Ucrania, con todas sus consecuencias en diversos campos.
¿Cuáles fueron los objetivos de la reunión de Ramstein?
La reunión de los líderes de Defensa de los países europeos y de Estados Unidos en Ramstein, junto con la OTAN, se centró en el conflicto entre Ucrania y Rusia, que tuvo dos bandos: enviar más material militar al país eslavo, debido a diversas divergencias entre los socios al respecto, en especial por la provisión de tanques, modernos sistemas de defensa antiaérea, cazas, vehículos aéreos no tripulados, entre otros, en particular ante la insistencia del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de la necesidad de masivo apoyo internacional con armamento más sofisticado y letal, algo a lo que países como Alemania no están dispuestos a asumir los costos.
Otra arista que se trazó: llegar a un consenso para definir una estrategia común contra Rusia, especialmente cuando Zelensky le dijo a Occidente que buscaba recuperar territorios anexados a la Federación Rusa, y cuando se ha iniciado una nueva fase en una guerra que los expertos llaman “conflicto congelado” [latente, pero sin solución real, en el que no existe la participación de mecanismos supranacionales para zanjarlo a satisfacción de las partes involucradas].
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