“Si no llegamos a un acuerdo en las próximas semanas, los avances nucleares de Irán dificultarán el regreso al Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA)”, dijo Jean-Pierre en consonancia con la “política de plazos” utilizada por EEUU en las conversaciones de Viena para presionar a Irán en la mesa de negociaciones.
Y en su estrategia de infundir miedo por el progreso nuclear iraní, añadió: “La cuestión es que nos enfrentamos a una situación muy peligrosa. El programa nuclear iraní, bajo el JCPOA, era limitado y supervisado por los inspectores internacionales”.
La portavoz criticó al gobierno de Trump por abandonar el JCPOA, señalando: “Después de que la antigua administración estadounidense se retirara del acuerdo, Irán intensificó las actividades de su programa nuclear”.
A pesar de la naturaleza completamente pacífica del programa nuclear iraní, reconocida por la propia Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), así como la permanencia de Teherán en el JCPOA a pesar de la violación del tratado por parte de EEUU y la inacción europea, Jean-Pierre afirmó que tras la retirada de Washington, Irán redujo su cooperación con los inspectores internacionales y suspendió sus obligaciones estipuladas en el JCPOA.
Por otro lado, un responsable estadounidense próximo a las conversaciones de Viena manifestó que se ha producido un "progreso real" en las negociaciones, pero aún no se ha llegado a un acuerdo definitivo.
Las conversaciones sobre el levantamiento de las sanciones se reanudaron el pasado 26 de enero. Y ahora han llegado al momento en que el éxito o fracaso dependerá únicamente de las decisiones políticas que adopten los países occidentales.
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