El presidente estadounidense, Joe Biden, visitará el próximo 13 de julio Arabia Saudí y luego los territorios palestinos ocupados por Israel, con una amplia agenda que abarca importantes temas y desafíos que incluye intento de promover el acercamiento entre Riad y el régimen de Tel Aviv, la guerra en Yemen y la producción de petróleo.
En este sentido, según un artículo publicado en la web diario árabe independiente Raialyoum, el mandatario de Casa Blanca buscará algunos líderes árabes quienes lo acompañaran en sus intentos para enfrentar a China y Rusia, como dos rivales declarados de EEUU. sin embargo, en lugar de amenaza, sanciones o bloqueo, esta vez, presentará unas propuestas para solucionar los problemas de la región, agrega el medio.
aunque el mensaje de Biden hacia los estados árabes, podría ser acompañarse para resolver los problemas, pero el principal problema es el mismo Washington que no pudo resolver los problemas de Afganistán, Irak y Libia, tampoco podrá solucionar los problemas de la región; no porque no quiera, sino porque no puede.
Biden, quien anteriormente había prometido marginar al reino saudí y convertirlo en un estado “paria” por su negro historial de derechos humanos, ahora necesita más que nunca el apoyo de las monarquías árabes, con Arabia Saudí a la cabeza, tanto para resolver la crisis energética como para contrarrestar a Rusia, que está a punto de alzarse con la victoria, según ha informado el diario español Tercera Información.
Según el medio español, entre los objetivos más importantes del viaje de Biden a la región es proponer la idea de formar una alianza militar regional dirigida a Irán. Con esa propuesta Washington persigue dos objetivos, primero aumentar la venta millonaria de armas a las monarquías árabes del Golfo Pérsico, y segundo, crear un supuesto paraguas de seguridad para los aliados de Washington en la zona.
Sin embargo, las estrategas militares advierten que la masiva venta de armas por EE.UU. a países árabes no solo no garantizará la seguridad de las monarquías, sino que creará una carrera armamentística en Asia Occidental.
La República Islámica de Irán, por su parte, ha dicho una y otra vez que los problemas de Asia Occidental deben ser resueltos solo por los países de la región, sin injerencia foránea, y mediante el diálogo.
Biden y sus asesores han fracasado en los últimos meses en todos sus intentos de encontrar una solución al aumento de los precios de los carburantes, un problema que ha hecho bajar enormemente la popularidad del presidente y entorpecido las intenciones de los demócratas de conservar el poder en el Congreso en las elecciones legislativas de noviembre.
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