En una entrevista en exclusiva mantenida el sábado con la cadena al-Alam, Kamalvandi subrayó que Irán tiene planes para desarrollar y fabricar máquinas centrífugas y aumentar su seguridad, señalado: "Después de la operación terrorista contra el complejo TESA Karay, tuvimos que reforzar las medidas de seguridad. Trasladamos una parte importante de esas máquinas y transferimos el resto a Natanz e Isfahán".
El portavoz persa recordó que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) había presentado dos informes; uno cuando las máquinas estaban siendo trasladadas y el otro en el momento en que las cámaras instaladas en las instalaciones de Natanz comenzaron a funcionar.
Asimismo, subrayó que ante las ambigüedades que se han planteado en los informes, Irán explicó que todas las medidas adoptadas han estado en línea con los acuerdos alcanzados con la AIEA, sin embargo, enfatizó que la AIEA no tendrá acceso a los datos registrados por las cámaras de vigilancia hasta que Irán y el grupo de G4+1 (Reino Unido, Francia, Rusia, China más Alemania) lleguen a un acuerdo sobre la reactivación del acuerdo nuclear irani de 2015, conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta.
"Actualmente, no mantenemos conversaciones sobre los problemas técnicos, aunque puede haber algunos pequeños problemas que se están solucionando", concluyó Kamalvandi.
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